viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Que es intolerancia a la lactosa?

Que es la lactosa?

La lactosa es el azúcar más importante presente en la leche de todos los mamíferos, también por supuesto en la leche humana, de vaca y cabra, que son las leches más consumidas por el ser humano. Este azúcar, lactosa, está compuesto de dos glúcidos unidos entre ellos (disacárido) denominados glucosa y galactosa. Para que la lactosa pueda ser digerida y absorbida en el intestino, se requiere de una enzima denominada lactasa. La lactasa rompe la unión del disacárido lactosa en sus dos azúcares, glucosa y galactosa, permitiendo que sean absorbidas por el intestino delgado.

 

Que es la intolerancia a la lactosa?


La intolerancia a la lactosa o mala absorción de lactosa, es la incapacidad para digerir cantidades significativas de esta azúcar de la leche. Esta mala absorción es debida a la falta de expresión de la enzima lactasa presente normalmente en las células del intestino delgado. Al no existir suficiente lactasa gran parte de la lactosa no es digerida, y por lo tanto pasa sin ser absorbida al intestino grueso o colon. La lactosa en el colon es digerida o fermentada por  bacterias presentes normalmente ahí, cambiando la acides de ese medio, generando gases como metano e hidrógeno, pudiendo producir molestias físicas o intolerancia clínica.

Síntomas

Las personas que tienen incapacidad de digerir la lactosa por falta de la enzima lactasa en su intestino, pueden sentirse muy mal cuando consumen leche o cualquier producto o alimento que contenga lácteos (queso, cremas, joghourt, manjar, comidas preparadas con lácteos, etc). Las molestias físicas pueden incluir uno o más de los siguientes síntomas: nauseas, hinchazón o meteorismo, gases anales, dolor abdominal, diarrea. Los síntomas se inician generalmente 30 minutos a 2 horas después de ingeridos (cuando llega al colon). No todas las personas con malabsorción a lactosa refieren molestias físicas frente al consumo de lácteos. La intensidad y frecuencia de los síntomas depende de muchos factores, como la cantidad y tipo de lácteo ingerido, la edad, origen étnico, o existencia de otras enfermedades digestivas.

Causas que provocan intolerancia a la lactosa

Primaria: La causa más frecuente en el mundo de deficiencia de lactasa e intolerancia a lactosa, es la denominada primaria o hereditaria. Deben saber que, aunque parezca raro, lo normal en todos los mamíferos es que después del destete de la madre, la actividad de la enzima lactasa comience a disminuir progresivamente. En el hombre, esta declinación en los niveles de lactasa puede comenzar tan temprano como a los 2 o 7 años. Sin embargo, dado que la disminución de la lactasa en el intestino es lentamente progresiva, pueden pasar muchos años sin notar síntomas, los cuales aparecen generalmente en la vida adulta. Esta caída en la actividad de lactasa está programada genéticamente, se hereda en forma recesiva y es permanente en la vida una vez que se instala.

Causas secundarias: cuando otras enfermedades producen daño en el intestino delgado, se puede generar falta de lactasa e intolerancia a lactosa. Las enfermedades que con mayor frecuencia pueden producir intolerancia secundaria de lactosa incluyen enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, enfermedades inflamatorias o infecciosas del intestino (ej. Giarda lamblia).

La intolerancia a la lactosa puede afectar al 60% de la población Chilena general con apellidos hispanos, y a más del 80% de la población con ascendencia Mapuche. Por lo tanto, es una condición que afecta a la mayoría de los Chilenos.

Tratamiendo alimentario

El tratamiento consiste en indicar el evitar el consumo de alimentos que contienen lactosa, como la leche y sus derivados (quesos, cremas, helados de leche, manjar, etc.). Dado que la magnitud del déficit de lactasa es variable de persona a persona, como también la intensidad de sus síntomas, es posible evaluar en forma individual cuanta lactosa la persona es capaz de tolerar. Algunas personas podrán tolerar medio o un vaso de leche pero no dos; algunas personas intolerantes a lactosa podrían tolerar pequeñas cantidades de quesos o helados de leche, pero otras personas no. Es posible entonces, llegar a definir el grado de tolerancia o intolerancia, y ajustar el tipo y cantidad de lácteos a consumir. Esto puede variar también con la edad (puede hacerse cada vez menos tolerante a medida que pasan los años). Es importante tener presente que muchos alimentos que normalmente no contienen lácteos se les ha agregado lactosa. Por ello es recomendable leer las etiquetas o preguntar (en restaurantes, por ejemplo), y evitarlos si generan síntomas. Muchos fármacos contienen también pequeñas cantidades de lactosa como vehículo.

Para las personas muy intolerantes a la lactosa, esta disponible en la mayoría de los supermercados en Chile leches pobres en lactosa (leche sin lactosa, natural o semidescremada), la que contiene todos los nutrientes de la leche, salvo que ha sido tratada para reducir al máximo el contenido de lactosa. Existen a su vez otros productos certificados libres de lactosa.

La leche y derivados de la leche son una fuente muy importante de nutrientes en nuestra dieta. Uno de los nutrientes más importantes para la vida adulta que contienen los lácteos es el calcio. El calcio es esencial para el crecimiento y la reparación y estructura ósea a lo largo de la vida. En la edad media y avanzada, la falta de calcio puede generar huesos frágiles y favorecer las fracturas (especialmente fracturas de cadera), esto se conoce como osteoporosis. Estudios recientes muestran que el ser portador de la condición genética lactosa-deficiente (que se asocia a menor consumo de lácteos), condiciona mayor riesgo a fracturas óseas y a cáncer de colon en edades avanzadas.


Los médicos y los medios estimulan fuertemente el consumo de lácteos en la población adulta, por estos motivos. De hecho, el consumo per cápita de lácteos ha incrementado mucho en los últimos años, no solo en Chile sino que también en otros países. En Chile el consumo de lácteos por habitante ha incrementado notablemente en la última década (128 litros/habitante/año en el año 2004), alcanzando las recomendaciones de consumo sano de la OMS ( 2 a 3 lácteos al día); este nivel de consumo es similar al de los países desarrollados de Europa. Sin embrago, muchas veces se desconoce y se olvida que una gran proporción de la población es intolerante a la lactosa, y les genera molestias digestivas y síntomas. En particular, nuestra población tiene mayor frecuencia de intolerancia a la lactosa que la Europea.
Por ello es importante saber reconocer esta condición. Se debe asegurar el consumo recomendado de calcio, pero no a expensas de molestias físicas.


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